Sería bonito si un día cualquiera llegaras, un día
que sepas que estoy aquí, solo, esperando sin esperarte, tranquilo pero ansioso,
deseando más que tu voz, queriendo tu presencia, no tu cuerpo sino tu ser,
tu sonrisa, tu rostro, tus ganas de mí.
Sería bonito si este día elegido, por ti y no por mí,
confabularas con el destino para encontrarme, para sorprenderme; tramaras esta
fantasía conocida, esta historia contada, actuarás el papel protagónico de este
guion adaptado.
Sería bonito que sólo por hoy no olvidarás la
fecha, no perdieras el tiempo ni el tren, que no existan cenas previas ni
festivales de humor primeros, no existan desmayos ni contratiempos, que sólo
por hoy conjuguen los astros en el horóscopo del día.
Sería bonito que desciendas de un auto negro, con la
noche como techo manteniendo el mismo color; que tu vestido de noche tenga
el mismo color; que tus zapatos te eleven hasta mis labios en una misma
estatura; que no exista interior, seas la misma y diferente, vistiendo por
dentro también la noche.
Sería bonito que no pienses en mi sino en ti, sólo
en ti, que seas egoísta y oscura, pérfida amante onanista, que me conviertas en
objeto de tu deseo único, tuyo, exclusivo, para complacerte en una fantasía
robada pero no compartida.
Sería bonito que al abrir la puerta tus pasos sean el
único sonido, que el eco de tus tacos tenga el ritmo del deseo andante, que
sean los guías del silencio nocturno que acompaña la melodía del fervor, que tus
actos sean propios y no dirigidos.
Sería bonito que llegaras a mí y me besaras sin
amor, sólo con pasión, con deseo; que la escena no salga de una película
romántica sino de un idilio de frenesí, que tus labios acaricien, presionen,
succionen, que tu lengua hurgue, juegue, descubra y que los fluidos emerjan por
doquier.
Sería bonito que tus manos acaricien y froten, que
escudriñen y encuentren, que arranquen todo, que bajen cierres y aprieten, que
tus rodillas hagan un mismo plano con tus pies y tu boca me aprisione , que tus
labios continúen no para darme placer sino para despertar el tuyo.
Sería bonito que recojas tu vestido sin sacarlo,
que me dejes inmóvil mientras subes y arremetes, que no me permitas ni con el
pensamiento, ni en obra ni omisión, que seas tú este instante y que el gozo sea
exclusivo, que las estrellas emerjan del cielo oscuro sólo para tus ojos y que
se haga la luz después de este eclipse rojo.
Sería bonito que no te cueste irte, que te baste con
acomodar el vestido, pintarte los labios, retocar el rubor y mover la cabeza
para que los cabellos se alineen. Que abras la puerta y te vayas dejando tu
sonrisa flotando en la habitación, dejando mis ganas contenidas en el pantalón.
Sería bonito que esta
sea tu noche y no la mía, que esta fantasía se hiciera realidad y que al abrir la
puerta el viento roce tu cara y refresque tu vida, que no haya marcha atrás ni
vuelta a la esquina, que sea un camino recto, derecho, un camino de vuelta a la
felicidad con un sol emergente y la mañana naciente, un nuevo día, un día
nuevo, una nueva vida que no sólo sea bonita, sino perfecta.
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